Uno o más niños podrán con este devertido laberinto al mismo tiempo que desarrollan su cordinación mani-ojo,
reconocimiento de forma y colores así como la psicomotricidad fina. Con alambres y formas de alegres colores con
pintura no toxica.
Los niños aprenderán con este divertido juguete sobre formas, tamaños y secuencias. Además los bloques pueden también ser usados como simples piezas de construcción. ¡Un juguete clásico con un diseño renovado!